776- podcast diario

partirse la mandarina en gajos – echarle limón a la herida – estar tragando camote – importar un cacahuate

1. Julián y yo en casa de Felipe mientras esperamos que nos digan si tenemos que ir con la camioneta o no. 
2. No le digas lo que hizo mal, sería . Pasó lo que tenía que pasar y ya está, recordarlo ahora no sirve más que para hacer que se sienta mal. 
3. Cada vez que le recuerdas eso le . Es un tema delicado para él y que aún le afecta bastante hoy día.
4. A todos nosotros nos lo que el periódico tenga para decir de nosotros. Son solo mentiras.
5. Anoche le tomé prestada la bicicleta a tu primo para hacer unos mandados, pero estaba bien oscuro y no vi un hueco que había en la calle. En fin, me y terminé en el hospital.
6. Cada vez que escuchas esa canción le . ¿Por qué no intentas oír algo más alegre? 
7. A la vecina le lo que hagamos en nuestro apartamento, mientras no hagamos nada loco que la moleste. Es una señora muy comprensiva. 
8. Los muchachos allá atrás de la tienda, ya se les pasó la hora de descanso. 
9. Me si estás ocupado o no, me prometiste que me ayudarías a preparar la cena.
10. Hace muchos años me practicando a andar en patines. Fue una muy mala idea. Terminé con un brazo roto. 
11. El profesor no ha venido porque está enfermo y los alumnos en vez de aprovechar el tiempo para hacer tareas atrasadas, en el aula.
12. Julián se anoche intentando bajar por las escaleras con las muletas. Quedó peor de lo que ya estaba. 

partirse la mandarina en gajos – echarle limón a la herida – estar tragando camote – importar un cacahuate

Ese día estábamos en casa de Alfredo, como siempre, mientras jugábamos en su consola. Siempre nos reunimos por las tardes en su casa luego de llegar de la escuela. A mí me la consola, solamente me gustaba pasar la tarde con mis amigos y reírme de cómo se en el videojuego de peleas.

Al rato, el papá de Alfredo viene y nos dice: “Vayan a la tienda y compren lo de esta lista”. Y ahí rapidito, uno de los muchachos y yo fuimos en las bicicletas. Llegamos a la tienda, compramos las cosas y nos regresamos; pero en el camino de regreso, mi amigo se cayó de la bicicleta y se por esquivar un gato que se le atravesó. Menos mal que no se rompió nada, pero sí se dio un buen madrazo. Pero él recogió todo, se montó en la bicicleta y siguió, como si le .

Nos tardamos un poquito más en llegar a la casa por eso, pero finalmente llegamos y aún seguían ahí los muchachos en la sala. Y para a mi amigo por haberse caído, le conté al resto de muchachos y comenzamos a hacer chistes al respecto de cómo se bien duro, pero la verdad es que le y también se reía con nosotros.